Para mi hermano de tertulias y de tales, Juan Andrés
En su cuarto Juan Andrés González mientras leía a Saramago se dio cuenta que alguien lo observaba desde su ventana, gritó para que se marchase pero los ojos hicieron caso omiso a su pedido, le botó un zapato y se inmutaron los ojos ante aquella reacción, entonces comprendió que eran un cuadro en la ventana, al darse vuelta, todo el cuarto estaba vestido de negro, mientras que por el tejado caía sangre por una gran gotera, entonces entendió que era el smog de los vehículos que pasaban por su calle y que estaba lloviendo gelatina, vio en la puerta colgado un perro que hedía a muerto de semanas y comprendió que era algún disfraz de algún amigo que se olvidó por halloween y que el olor se debía a sus medias que no había lavado por semanas, luego la casetera comenzó a sonar y se dio cuenta que la radio estaba mal, escuchó llorar a una mujer amargamente, se imaginó que sería alguna vecina que lloraba por su amor perdido, luego salió debajo de su cama un humo donde apareció el Diablo, entonces pensó “si está el diablo acá, por afuera debe estar Dios”, (aunque el Diablo y Dios son la misma cosa), también vio al lado de su libro un carta que decía “tendrás una muerte terrible” y sin pensar sólo se carcajeó.
Cualquiera pensaría que es Juan sin miedo, pero la verdad es que lo llamó su novia a reclamarle del por qué había bebido el día anterior, entonces tuvo mucho miedo y supo -que la carta no era mentira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario