miércoles, 10 de febrero de 2010

BIOGRAFÍA

Fabiola, 24 años, hija única de padres adinerados, aniñada desde la horma. Por aquella ocasión su padre no le había prestado el vehículo para ir a la universidad, acongojada subió al trolebús con su mejor amiga Laura y emprendieron el largo viaje de 15 minutos.

Al bajar se supo perdida, no estaba más su celular en el bolso, con suspiro frío le dijo a su amiga que sin su celular se muere, y allí quedó, muerta en la parada norte del trolebús.

LA BATALLA MÁS DURA DE SU VIDA

He aquí un hombre caído en la batalla más dura de su vida, postrado a los pies de la derrota, la lucha y el coraje lo han dejado sin más aliento, ahora esta pendiente su vida de un hilo, necesita alguien que lo ayude, pero no se ve nada ni nadie en las fronteras, tal parece morirá solo y en silencio, con el corazón destrozado, acepta hincando su cabeza al suelo su vil pérdida.

La guerra más grande del corazón es la que se tiene con otro corazón, y esta vez le tocó al gladiador imponente perder, humillado en su propia estrategia, en su propia lógica. Tal nostalgia empeora con lo que sueños y añoranzas jamás acaecidas, con un plan fríamente calculado y que nunca podría fallar, pero dio traspié con las razones inesperadas del amor.

La tenía segura a su lado, impensable que se escapara de aquel cuartel lleno de cerrojos de acero.
Más rompió de manera inexplicable las cadenas que la ataban a él, esquivó sus promesas con tal astucia que no cayo en ninguna trampa, y más dejó en su rastro tal destrucción que el cuartel quedó sin ningún tipo de defensas, peor aún, se acuarteló en otro corazón, y comenzó a sacar a flote su venganza con bombas de rencor y odio.

Sabía el gladiador que no podía confiarse y comenzó a planear otra estrategia que le diera la victoria y tenerla de nuevo en su celda, puso todas sus fuerzas y obtuvo en resultados parciales casi nada, pero al final estaba la esperanza que le haría ganar la batalla.

En la guarida de aquella ninfa sabía que la guerra ya la había ganado, sabía de sus puntos bajos y flaquezas y solo por allí atacó cobardemente, lo dejó con una herida que le iba despellejando la vida lentamente y seguramente no lo disfrutaba pero al menos eso la llenaba.

Antes de caer definitivamente la vio a los ojos mientras la ella sonreía vilmente, tal si le encantara verlo destrozado, (cuando hace mucho tiempo le hubiese dado las fuerzas necesarias para ganar la batalla), la verdad ahora es diferente, sabía que si lo dejaba vivo él gladiador volvería a atacar y con más fuerza que antes, así que decidió lanzar una bomba de fuego, la indiferencia, la explosión más dura que ha soportado el impetuoso gladiador, y para acabar, frente a su cuerpo prácticamente sin vida, armó su desfile militar hacia el altar, terminando con su último recurso, la esperanza.

He aquí un hombre caído en la batalla mas dura de su vida, postrado a los pies de la derrota, la lucha y el coraje lo han dejado sin mas aliento, ahora está pendiente su vida de un hilo, necesita alguien que lo ayude, pero no se ve nada ni nadie en las fronteras, tal parece morirá solo y en silencio, y con el corazón destrozado acepta hincando su cabeza al suelo, su vil pérdida.

Un Muerto a Tientas

“Me voy de esta tierra para nunca mas volver”… me decías mientras me besabas dulcemente, no se me ocurría nada para responder a tus palabras, solo respondía a tus besos, y te besaba, te besaba como si fuera a morir, te acariciaba y te abrazaba con tanta fuerza como si te encarcelara para que no escaparas, mis ojos se humedecían y no podían contener las lagrimas frías que caían sobre el piso erosionado de tristeza al saber que nunca más volverías a posarte encima de el.

El barrio se enluto con tú partida, te sentían muy de ellos, los niños dejaron de jugar al fútbol, las madres dejaron de lavar las ropas y algunos hombres dejaron de ir a trabajar, los ancianos hacían fuerza para al menos verte por las ventanas sin cortinas, ver como te marchabas y el silencio cobraba vida, tus amigas repudiaron despedirte, no querían, era una pesadilla, y la tristeza se hacia presa de todo tú pueblo.

Cada paso que das es como un borrador de mi existencia, veo la frontera a la vuelta de la esquina, muero atrozmente naufragando en una playa sin mar, en donde se encuentran los malditos que han quedado sin corazón.

Mis primeros días sin ti son tristes desde el amanecer, camino por nuestros lugares que llenaste de color, y que hoy son nada sin tú presencia, mientras la gente me ve pasar y murmura su lamento por la desdicha, me ven con esos ojos que son el monumento a la dama azul de la nostalgia.

Los amigos se me acercan todos los días para manifestar su tristeza y tratar de darme consuelo, el mismo que no tengo desde tú partida.

Llorar y extrañarte, negar la verdad, acariciar los pensamientos de muerte y de suicidio que me da la cobardía de la vida, esperar el correo todos los días mientras el corazón quiere explotar, aunque sepa que nada llegará, ni una sola señal.

No sé si aún estas viva, no sé nada de ti, han pasado tres meses y no das razón de tú camino, no sé que esta pasando, no sé donde debo llamarte o ir a buscarte, no sé si arriesgarme y echarme al mundo, esperar cualquier cosa, inclusive y eso aún más, esperar lo peor.

Nada como la incertidumbre de no saber que es de tú vida, en una mezcla de desesperación y confusión, siento que moriré y él cuerpo se debilita, siento el frío mientras la oscuridad ciega mis ojos.

Grito y gimo al acuchillarme el corazón, mientras las estrellas lloran desconsoladas al verme perdido en la angustia y el pavor de arrastrarme por el coraje de la lástima, me muerdo el alma y sangra inconteniblemente, se desgarra el espíritu, ya no sirvo de nada, solo soy un muerto a tientas.

Lugares Comunes

Lugares comunes en los cuales existen ocasos comunes, escritores virtuosos que escriben de la miseria, felicidades patentes en otros lugares no comunes a la miseria pero comunes entre ellos, son esos mismos lugares donde también hay escritores y no les queda otra cosa que mentir al imaginar los lugares de la miseria.
Los lugares comunes nos confunden con la mascara o la fachada llevando consigo la falta de armonía en su interior padeciendo otra clase de miseria, posiblemente llamada miseria humana, miseria deferente a la de los primeros lugares comunes, dolores no comunes en el odio y desprecio de los segundos.

Tú eres Vida

Me gusta caminar, lo hago desde hace tres años, nunca me ha gustado el sol porque me hace transpirar demasiado, camino por los parques de mi pequeña ciudad, salgo a las seis de la mañana y camino hasta las siete y treinta, llego a mi casa, tomo una ducha, me pongo el traje de ese día, gel para el cabello, desodorante y algo de perfume.

Tomo el bus, se demora más o menos veinte minutos hasta que me deja a dos cuadras del trabajo, entro a las ocho, nunca he llegado tarde a mis labores, soy abogado en libre ejercicio, trato con tantas personas en el día que muchas veces me harto de ellos y los veo como molestos seres.

Son las doce y regreso a casa, otros veinte minutos de viaje, almuerzo, por lo general es comida chatarra, porque es fácil y rápido de hacer, por mala suerte no tengo tiempo de cocinar, son veinte a las dos, tomo el bus de vuelta al trabajo, estoy en la oficina hasta las seis, salgo de allí, tomo el bus y emprendo el regreso a casa.

Me pongo a leer hasta las ocho de la noche un poco de doctrinas jurídicas, leyes y demás, a las nueve me fumo un cigarro y comienzo a leer un poco de literatura hasta las diez, a las diez y cinco me lavo la cara, los dientes y me acuesto a dormir

En esos momentos es cuando comienza mi vida, veo a mi esposa, nos citamos todos los días a las diez y veinte, ella siempre tan linda, tierna y cariñosa, conversamos y comenzamos a besarnos como si fuera la primera vez, nos amamos, nos adoramos, nos encarcelados uno en el otro, en un mundo tan pequeño de un cristal irrompible, no puede escapar ninguno de los dos y lo cierto es que nunca queremos, es un mundo tan solitario y tan lleno, tan desabitado y tan completo, volamos juntos como siempre agarrados de la mano.

Se levanta a las seis de la mañana la escotilla como siempre y sin querer regreso a mi pesadilla, no sin antes decirle cuanto la amo y cuan triste es dejarla, ella queda llorando al igual que yo en mi regreso.

Me despierto con lagrimas en los ojos, y me odio por un momento, comienzo a caminar, regreso tomo el baño y salgo a trabajar, almuerzo chatarra, vuelvo a trabajar, y en la noche leo leyes y literatura.

Procedo al regreso de mi vida primera y bella, a las diez y veinte me encuentro con mi linda, hasta ahora nunca me ha fallado en alguna cita, siempre puntual como sabe que me gusta, bailamos y reímos, nos amamos.

¿Cuándo podré escapar de una vez por todos de esta maldita pesadilla?, llena de desgracias, de soledad. Amada mía, ¿Cuándo podré encontrarme contigo en la vida eterna? ¿Cuándo podré salir de esta prisión? porque acá te busco y te busco mi amor y no te encuentro.

INTRODUCCIòN

Creo que el mejor amigo del escritor es la soledad, ya que abarca toda su persona, y cuando lo comienza a asfixiar, saca todo su corazón a relucir en un papel. Lo digo por mí, que cuando conocí la felicidad, el papel era una blanca hoja, el corazón no me decía nada y era un desconocido para el pensamiento, pero ahora cambio mis palabras y mis libros por volver a tener una sonrisa en mi boca.

Otra frase

!Soñando tambien se llega al cielo!

Corazòn de Tinta

Corazón que derramas tinta, tinta de sangre, sangre de mi corazón. !Corazón de tinta de sangre.!

La Frase

Como si la vida se encargara de darte todo, sin ver nada más que tú espanto lleno de color, la esperanza se aferra, el dolor te sacude y vive.
¡Sueñas y claudicas en tu negro corazón!